Las hierbas medicinales han sido utilizadas de forma amplia a través de la historia de la humanidad en un sinfín de diferentes culturas y el uso de sus propiedades de forma curativa se remonta a miles de años antes de Cristo. Hoy en día, muchos de nosotros ubicamos a estas plantas medicinales como remedios caseros o remedios de nuestras abuelas; recetas, infusiones, pomadas, rituales que se han pasado de generación en generación en nuestra familia o comunidad hasta llegar a nosotros. Pero ¿qué tanto conectamos realmente con estas hierbas que cargan con esa sabiduría ancestral tan poderosa? Si nos detenemos a pensar en nuestro día a día, en nuestro estilo de vida, en nuestro ritmo de trabajo y nos preguntamos ¿qué tan seguido conectamos con la naturaleza de la que formamos parte? ¿Cuál sería nuestra respuesta?
De forma general, como sociedad, llevamos siglos avanzando hacia un modelo de vida de mucha saturación, mucha velocidad y mucha desconexión tanto de nuestras raíces como de la naturaleza. Y no es de extrañarse que, a consecuencia de ello, hemos perdido, también, la consciencia por el respeto hacia esa naturaleza de la que formamos parte y que tanto tiene para brindarnos.
En México vivimos en una tierra sagrada. Somos realmente privilegiados de tener a nuestro alrededor un terreno tan fértil y diverso, tan generoso, en el que la escasez de regalos de la madre naturaleza, no es un factor que entra en juego en nuestras vidas. No en cualquier lugar del mundo pueden las personas tener a su disposición frutos frescos del mercado de la esquina de su casa cada mañana… pero en este patrón mental en el que vivimos inmersos, es muy fácil olvidarnos de lo afortunados que somos.
Nosotros creemos que las mezclas herbales nos ayudan a conectar con nuestra naturaleza olvidada, a recordar la magia que contienen las plantas y no solo eso, sino a ver la magia que contiene el todo en esta vida tan efímera. La historia del té, las infusiones y los cigarrillos, dan para todo otro post de blog (que vendrá más adelante) y cada quien tiene sus motivos para querer tomar infusiones o para fumar… puede ser simplemente por el gusto de hacerlo, por lo deliciosos que son, para combatir males tanto físicos como mentales, entre muchos otros… pero a nosotros nos gusta (y los invitamos a probarlo) tomarnos los minutos que nos lleva fumarnos un cigarrillo o prepararnos una infusión, como un acto de amor propio, de desconexión del mundo externo y conexión -aunque sea por unos instantes- con lo natural y con nosotros mismos y creemos, además, que a todos nosotros nos hace falta justo eso… un respiro, un descanso de la velocidad, unos minutos al día en que podamos observarnos, meditar, sentir, reír, disfrutar, mirar al otro a través de ojos de compasión y empatía y crear lazos de amor y energía linda. Y, aunque pueda parecer un pensamiento utópico, creemos realmente que la naturaleza y sus plantas medicinales, pueden ayudarnos a sanar y formar una sociedad más bondadosa y respetuosa. Desde este punto de vista es que vemos el acto de fumar no solo como un acto recreacional o medicinal físico, sino también como un acto espiritual.
En la tradición Ayurveda hay una creencia que nos parece hermosísima; se cree que al fumar, aparte de inhalar las substancias activas de las hierbas, uno libera la energía de luz de las hierbas y la transfiere al fumador. Se cree que el humo inhalado, convive con el Prana -la fuerza vital- lo cual lleva el potencial curativo de las hierbas a cualquier parte del cuerpo o alma hacia el que dirijamos nuestro enfoque e intención de sanación profunda.
Te recomendamos visualizar esa energía curativa manifestándose dentro de ti la siguiente vez que enciendas un cigarrillo herbal. Has consciencia de la magia y el poder que tiene la intención que le depositas a cada una de tus acciones y agradece a la madre naturaleza por el regalo que te brinda en cada inhalación de las hierbas, en cada sorbo de tus infusiones.
Mucho amor y luz a cada uno de ustedes, y ¡gracias por leernos!
- Earth Wisdom